sábado, 13 de diciembre de 2014

PRUEBA DE FUEGO


Hace siete años tuve el privilegio de poder optar a una beca en EE.UU para mejorar mi nivel de inglés durante treinta días. Pude elegir destinos europeos, Australia y Gran Bretaña pero me decidí por los "yankees". Hice las maletas y viajé durante 26 horas entre escala y vuelo hasta llegar a San Francisco. Tengo que decir que cada aeropuerto era cinco veces más grande que el aeropuerto de Madrid, una bestialidad. Mi residencia estaba en Berkeley, a unos 20 km de San Francisco así que tenía que utilizar el transporte público para todo, hasta que me harté y alquilé un coche. Respecto al idioma aprendí bastante por el sistema que tienen los americanos pero insuficiente para un mes así que me traje a España un inglés-indio que me sirvió para numerosas situaciones cotidianas que me ocurrieron.

En cuanto a las clases, se dividían por niveles de conocimiento en el idioma. Cada clase tenía 10 alumnos y salíamos a uno por país. Noruega, Suecia, México, Japón, China, Turquía, Brasil, Argentina. Había hasta Canadienses de la parte que habla francés. Hice bastante amistad con ellos, así que los fines de semana cogíamos las maletas y nos íbamos a visitar las ciudades de alrededor. Entre semana transitábamos por todo San Francisco. Viajé en coche hasta Las Vegas para recorrer la ciudad del pecado. Al siguiente, estuve en Los Ángeles tomando una copa en el paseo de la fama y recorriendo las zonas de Malibu, Beverly Hills y Bel-Air. Además de subir la montaña de Hollywood y a velocidad de crucero asistir a un partido de Los Ángeles Lakers en el Staples Center. Lo recordaré siempre por que estuvimos dos días enteros sin dormir. Me dí cuenta que a los chinos no se les puede dar Red Bull...

Durante la última semana estuve preparando mi viaje a New York. Los viajes de avión allí son baratos, como tendrían que ser aquí ya que las distancias son menores. Mi vuelo de ida y vuelta desde San Francisco, pasaría por Minnesota haciendo escala antes de llegar al aeropuerto de La Guardia de New York, me costó unos 120€. Allí me esperaba una persona muy especial con la que pase cinco días fantásticos. Residí en el barrio de Harlem y me encontraba a pie de calle con las típicas postales de las películas. Allí alquilar un coche era una odisea por lo que optamos por coger el metro y ver la zona de Queens, Brooklyn, Staten Island, que por cierto parecía desierto y tenebroso como un escenario de Walking Dead. También hicimos la visita fantasma al Bronx durante 35 minutos que fueron de los más largos de mi vida. Aquello parecía un solar de Irán y si lo combinas con que cuando entras a una tienda cierran con llave, te quedas pensando que no parece un barrio muy familiar.

Tuve una experiencia un poco peculiar en la famosa "quinta avenida", una de las arterias más importantes de Manhattan. A la altura de Times Square. La mayoría de películas que se han rodado en New York han pasado por esta zona.
Recuerdo un frío seco que no superaba los 10º C a la salida del metro cuando nos adentramos en Times Square. La mirada se perdía entre las diferentes pantallas con publicidad de las marcas más prestigiosas del mundo. Muchas franquicias se acomodan en la zona debido a la masa humana que se acerca allí todos los días. Vimos las famosas escaleras rojas que separan los carriles de circulación y en la que puedes contemplar la maravilla tecnológica y consumista de la cultura neoyorquina.
De pronto, mi compañera y yo observamos dos grupos separados de numerosas personas que generaban un enorme bullicio. Como buen callosino nos acercamos a ver que se acontecía. Nos encontramos en el primer grupo con la salida de una actriz de cine que salía por la parte de atrás de un club. No tenía idea de su nombre, sólo me sonaba la cara de algunas películas. En el otro grupo de gente se encontraba una plataforma de un camión y encima se veían instrumentos musicales. La curiosidad me hizo acercarme y pasar a través del grupo de personas hasta que llegué a la valla que separaba el evento. Era nada más y menos que una exhibición del "Guitar Hero" que promocionaba la tienda de videojuegos que se encontraba a la altura de las escaleras rojas de Time Square. Ni corto ni perezoso comencé a llamar "compadre" al presentador del evento. Tal fue la gracia que le hizo que me invitó a subir a la plataforma para participar y estrenar en directo la novedosa batería ante el público neoyorquino. La verdad es que no dimos pie con bola con los instrumentos pero la gente comenzó animarnos y a cantar la canción que tocábamos de los Rolling Stones, "Satisfaction". Fue impresionante estar arriba de aquella plataforma tocando mientras cientos de personas la rodeaban cantando alrededor de aquellas pantallas gigantes y coloridas. Un día para no olvidar...


Fue en la isla de Manhattan donde me quedé más impresionado por la ciudad, que se encuentra en la desembocadura del río Hudson. Estuve en Central Park, en el Empire State Building y en el distrito financiero; Wall Street.

Fue allí donde empezó todo. Recordé como a los 17 años justo después de hacer la selectividad no tenía nada claro que iba hacer exactamente con mi vida ni como la iba enfocar para recibir una formación adecuada a mi criterio laboral. A finales de verano saqué dos conclusiones; quería estudiar organización y dirección de empresas y tenía que ser un puesto muy específico. Siempre he pensado que para conseguir un puesto estable y con los suficientes emolumentos para respirar cada mes hay que hacer una actividad que poca gente la sepa hacer. Otro aspecto básico para formalizar mi opinión fue la monotonía. Es una característica que cansa al personal. Hacer lo mismo todos los días no le gusta a casi nadie. 
Concatenando todos estos factores me dí cuenta que la pasión desde que era un niño sobre los mercados de valores me había influido en todas las decisiones que había tomado hasta entonces.
Realicé un grado superior de Administración y Finanzas y la diplomatura de Ciencias Empresariales y me sentí igual que al principio, no tenía ninguna formación específica en mercados de valores. 
Pero fue en aquella plaza financiera de Manhattan en octubre de 2008 rodeado de lujosos rascacielos que pertenecían a las grandes firmas de inversión donde decidí poner todos mis medios económicos y formativos para alcanzar un puesto laboral dentro de los circuitos financieros.

Cuando regresé a los pocos días, me puse manos a la obra y empecé desde el eslabón más bajo. Cree y diseñe un blog financiero para expresar algunas de las ideas que siempre me habían rondado por la cabeza para comprobar cuál era la opinión del público. He escrito 15 columnas en castellano y 6 de ellas están traducidas a inglés y a día de hoy más de 4000 personas las han leído. No es una cantidad alta en relación a las grandes páginas que navegan por "Internet" pero es una cantidad que superaba mis estimaciones en el momento de su creación. Durante cuatro años he estudiado análisis técnico, análisis fundamental y análisis Macroeconómico. También he leído sobre la experiencia de los grandes maestros como pueden ser Kostolany, Benjamin Graham y Warren Buffet y he realizado talleres formativos con Jose Luis Cava y Marc Ribes. Además de otros autores que no son tan conocidos pero que son especialistas en su campo.
Digo durante cuatro años por que es el tiempo que le dedique hasta que entré en real en enero de 2013. Hoy sigo estudiando y durante el resto de mi vida lo haré. 


Durante los primeros meses de 2013 sufrí de lo lindo ya que invertí en un producto muy volátil denominado "warrant", el cual replicaba en acciones, divisas o índices. Si cualquiera de ellos se movía un +/- 1%  el warrant se movía un +/- 9%. El primer mes tuve un beneficio de un 23% pero poco a poco la volatilidad y mi inexperiencia en real se apoderó de los dos únicos productos que podía tener en mi cartera. Algo que a día de hoy considero una opción demasiado arriesgada. A finales de junio perdía más del 75% de aquellos productos lo cual me llevo a salir y empezar de nuevo con una tabla que contenía los 10 errores que cometí y otra con las posibles soluciones que podía utilizar. 
Además, tuve la suerte de conseguir un trabajo que me ofreció la posibilidad de minimizar los riesgos mes a mes. Los dos primeros meses obtuve un beneficio del 93% que me hizo recuperar las pérdidas de mi primer semestre y obtener un 11% de rentabilidad. El resto del año pude empezar a negociar con acciones, que es el producto ideal para mi estilo de inversión y que da una cierta seguridad a no ser un producto tan volátil como el warrant. Obtuve un global del 121% sobre el capital propio en septiembre. Había realizado la primera prueba de invertir en un año en real y después de medio año agrío y sin apenas fondos para realizar inversiones pasé al otro medio con un capital respetable para principiantes.

Durante 2013 un "headhunter" conocido a nivel nacional se puso en contacto conmigo a través de mi blog. Le resulto interesante la temática utilizada en mis artículos. De ahí nació una relación profesional que provocó una fusión de sinergias para recorrer un camino lleno de dificultades para la consecución de metas para llegar a un objetivo.

Me inscribí en varios programas, concursos y exhibiciones sobre bolsa. Finalmente, en septiembre de 2013 logré entrar en un programa de inversión para nuevas promesas bursátiles. Catalogado como club de inversión con capitales máximos de 12.000€. Cantidad máxima para no cometer infracción en Hacienda. Poco después, comenzaba a realizar mi primera investigación para formar una cartera de acciones de un nivel intermedio. Este reto suponía una prueba de fuego para mí ya que me comprometía con esa institución a pagar de mi bolsillo cualquier pérdida que se pudiera ocasionar en el proyecto. Debía evaluar la rentabilidad obtenida, el Track Record operacional y las probabilidades de ganancia/pérdida.

Mi objetivo no fue ganar cantidades altas de dinero sino que sería una prueba para ver si mi trabajo y mi camino iba dirigido hacia el mercado o por contra debería recoger mis bártulos y dedicarme hacer otra cosa. 

Como antes comenté conseguí un trabajo en el cual trabajaba durante unas 9 horas de media, en pleno horario bursátil. Tuve que diseñar estrategias de compra-venta automática más del 75% de las veces. Cuando terminaba de trabajar, o estudiaba los tres distintos tipos de análisis o analizaba las operaciones en curso. Unas 4 horas de medía diarias.

Fue un gran año por que gracias a todo este proyecto pude entrar desde ampliaciones de capital, dividendos, un abanico de productos más seguros y la posibilidad de poder acudir juntas de accionistas. En fin, lo que siempre había leído años atrás lo estaba realizando en primera persona. Era emocionante...

Las inversiones que realicé fueron a parar al mercado continuo español, IBEX 35, NASDAQ 100, DOW JONES, SP 500, RUSELL 2000, MAB, CAC 40 y el DAX XETRA.

El año no fue un camino de rosas, fue muy duro, nadie regala nada. Las operaciones mes a mes fueron constantes y la rentabilidad fue creciendo poco a poco.

Recientemente he finalizado el año del proyecto LJR y los resultados han sido sorprendentes... Hasta para mí. Han sido asombrosos porque decidí dejar las estadísticas y lo conseguido/perdido para después del último día. Lo que más me preocupaba era la operativa así que le dediqué el 99% del tiempo.

  • RESULTADOS
-Beneficio/Pérdida: Obtuve un +35,6% sobre el capital. Es decir, 4272€

-Porcentaje en operaciones ganadas/pérdidas: El porcentaje de ganadas fue de 74,58% y el de pérdidas 25,42%

El resultado lo empleare en diversos módulos de formación bursátil para seguir mejorando y poder corregir diferentes aspectos y ser más eficiente con los recursos utilizados. Estoy orgulloso de este proyecto ya que las adversidades me han hecho más fuerte y me ha ayudado a crecer en esta actividad.

Durante mi recorrido seis personas de mi entorno cercano me han ayudado a crecer en este camino. Nuestras largas conversaciones buscando alternativas, opiniones e ideas me han guiado en parte para la consecución de este primer proyecto. He conseguido obtener una respuesta a mi gran pregunta. He sido rentable y encima he disfrutado realizando esta actividad. Ahora, a luchar por metas de medio plazo. Queda un largo recorrido...

Como dice el escritor brasileño Paulo Coelho "La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace la vida interesante".

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